Informar, presentar un informe, es parte de un mecanismo gubernamental para rendir cuentas. Pero no lo es todo. Falta, como sucede en ambientes democráticos, la interacción con la representación popular y la comunidad. Glosar el informe, retroalimentar, actuar en consecuencia.
En el pasado, se dice, la interacción se traducía en el llamado “besamanos”: qué bien va todo, nadie como Usted, que suerte la nuestra al tenerle como gobernante. Se dice. Pero en una de esas no ha quedado tan atrás. Costumbre viva o resucitada, según se quiera ver. De cualquier manera, vale fomentar el diálogo. Propiciar la glosa, opinar; esperar alguna reacción o incidir para que se dé. Vamos pues a eso, teniendo en mente el Tercer Informe presentado en Sonora ante el Congreso el pasado 13 de octubre. En particular, en uno de los temas insignia de esta administración 2015-2021: la transparencia. Primero, los números. Dentro de sus 762 páginas el Informe incluye la palabra transparencia 89 ocasiones y corrupción (por aquello de su combate) 83. Otras palabras relacionadas con menos menciones son: rendición de cuentas, con 22, y gobierno abierto con apenas 5. La mayor parte de las menciones se ubican dentro del quinto punto del documento, denominado, palabras más palabras menos, “gobierno eficiente”. Ahí, se establece que la finalidad de estos temas es la de mejorar la confianza en el quehacer gubernamental (5.1 del documento observado) a través del fortalecimiento del sistema de transparencia y rendición de cuentas (5.1.4, del mismo volumen). En el Informe se destaca que la presente administración pasó sus cuentas libres de cualquier observación por parte de la Auditoría Superior de la Federación, cuenta con el gabinete estatal con mayor participación de servidores públicos en la práctica de la declaración “3 de 3” (presentar la declaración fiscal, patrimonial y de intereses), la firma de un Código de Ética en las oficinas del Registro Civil y la creación (el 30 de abril del 2018) de la Unidad Especializada de Inteligencia Patrimonial y Financiera. Todo esto es cierto, en su propia medida. Ya si esto logra mejorar la confianza que se tiene en el quehacer gubernamental, es otra historia y debe contarse. Pero no aquí ni ahora. Donde sí caben matices es en la aseveración, en el propio informe, donde se afirma que Sonora sobresale y es referente nacional en la materia de transparencia: el dicho no se sostiene en los hechos ni en los datos. Que nadie (en el gobierno) se enoje, pero Sonora no es referencia en esto: en los foros nacionales nadie refiere algún caso emblemático o alguna experiencia que dé ejemplo. Se ha trabajado, no digo lo contrario; pero el esfuerzo no sobresale en la palestra nacional. El haber obtenido dos premios nacionales a la innovación en transparencia (hecho destacado en el informe) es, hoy por hoy, idéntico a lo obtenido por la anterior administración. Es decir, en esto nada nuevo. En los Índices y calificaciones señaladas por el propio informe (el de Información Presupuestal o el de Información del Gasto de IMCO o el Índice de Gobierno Abierto), Sonora se encuentra en medias tablas o algo por encima del promedio nacional. No hay ahí algún primer lugar. En el Índice de Información Presupuestal Estatal, por ejemplo, se dice que se obtuvo la más alta calificación en la historia. Lo que no se dice es que la peor caída en la calificación en esta misma medición sucedió apenas el año pasado. En cuanto al Índice del Gasto, Sonora se encuentra en el color amarillo de un semáforo de la propia medición pues se gastó lo doble a lo presupuestado en comunicación social, 42% más en traslados y viáticos y 27% más en gasto administrativo. Bajo, por otro lado, la inversión pública en un 71%. Informar, como digo, es parte de un mecanismo gubernamental para rendir cuentas. Pero vale la interacción, el comentario y el diálogo. Aquí, apenas una muestra de ello. Haz clic aquí para editar.
8 Comentarios
|
AutorEscribe algo sobre ti mismo. No hay que ser elegante, sólo haz un resumen. ArchivosCategorías |